El poder de los medios

La gran diferencia que existe entre “La guerra de los mundos” y “Operación Palce” es la tecnología, 7 décadas de avances tecnológicos que nos han trasladado al descontrol informativo -Internet-. La televisión se ha consolidado como el medio más influyente e Internet está buscando su lugar, el cual nunca encontrará por la inestabilidad que genera tal magnitud de información. El hecho de que “Operacion Palace” se produjera en la era de Internet genera la posibilidad de la interacción a “tiempo real” en que se produce la emisión. El episodio radiofónico se produjo en una época en que la radio gozaba de una supremacía mediática que todavía no había alcanzado la televisión, es un punto importante por lo tanto el soporte. Otra diferencia importante entre ambos productos críticos de los medios de comunicación es la audiencia. Hoy, una audiencia más preparada para recibir información de los medios, una audiencia educada en los medios, una audiencia con otro nivel educativo, otra consciencia histórica y otro espíritu crítico. Los medios hacen a la audiencia.

La audiencia tiene la necesidad -inducida- de estar informada y aceptará la información que se le de, ya que será la única información que recibirá. En la actualidad existen multitud de medios que permitirán a la audiencia elegir el medio que se adecue a su estatus o filosofía social. No podríamos enterarnos de la guerra del Congo si no existieran los medios. Los medios de comunicación son a la vez informadores y animadores. Hoy estamos gobernados por la política económica, una pareja muy difícil de derrocar que se ha convertido en un círculo cerrado donde no tiene cabida ningún otro aspecto de la vida como pudiera ser el aspecto social, el emocional, el ecológico…, con lo cual estamos en una época de privatización de los derechos. De modo que detrás de cada medio existen unos grupos de poder con unos intereses políticos y económicos concretos.

Es importante valorar el papel de la opinión pública, que sería el resultado de la comunicación interactiva entre ciudadanos, y entre estos y los gobiernos. Pero los poderosos hacen más hincapié en influir en la opinión pública que no en saber que piensa o quiere ésta. Por lo tanto los medios más que decir lo que pensamos, nos dicen en lo que tenemos que pensar. ¿Existe la libertad de prensa, cuando los medios de comunicación están supeditados a la política, y quitan y ponen, y hacen y deshacen según sus necesidades de imagen e intereses económicos?

Los medios se alimentan a sí mismos. Una noticia que publica “The New York Times” sobre un tema que ocurre al otro lado del Atlántico se toma como verdad o punto de partida, y el resto de medios lo aceptan. ¿Cuál es la fuente? Los medios son creadores de información y por extensión portadores. Otro ejemplo de manipulación o mentira mediática: recordemos el caso de Aznar en los atentados de Atocha, cuando en una estrategia política elevó a ETA como autora de los atentados, saltándose, por decirlo finamente, a todo el poder mediático que era todavía más poderoso que él y que consideró que había otros intereses más importantes para el devenir del mundo. Aún hay medios que siguen diciendo que fue ETA la autora de los atentados.

Los medios de comunicación son como Pedro en el cuento de “Pedro y el Lobo”, tanto mentir que venía el lobo, cuando vino de verdad nadie le creyó. Igual que hoy no podemos creernos que un avión fuera derribado por un copiloto depresivo, o que otros aviones fueran empotrados contra las Torres Gemelas o el Pentágono por motivos religiosos sin más o que encontraran documentos de identidad de terroristas en furgonetas robadas, de terroristas que justo acababan de atentar o pasaportes de terroristas entre las ruinas de edificios. Nosotros nos lo creemos aunque la explicación no tenga ninguna base científica y no haya forma de demostrar que pudiera ser real -el consenso de los medios-.

Y si “The New York Times” dijera que mañana llegarán los extraterrestres a la Tierra, todos pasaríamos la noche en el refugio antiaéreo que tenemos en nuestras casas.

La gran aportación mediática que trae la televisión consigo es la manipulación de la imagen.

Hoy en día no es cuestión de veracidad o falsedad sino de credulidad o incredulidad.

Un comentario en “El poder de los medios

  1. M’agradat la teva darrera frase, i la comparteixo. Jo que he format part d’una ràdio local, coneixo el tema de primera mà i et puc confirmar que moltes vegades la «façana» és més important que el que hi ha dins de la mateixa notícia. A vegades pesa més l’impacte que pot provocar la notícia que el contingut de la mateixa, i també sovint s’amaga darrera una intencionalitat, una ideologia velada que es transmet sota un titular

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