Sobre Mattelart “La Sociedad de la Información”
Lo primero que debemos hacer para analizar la nueva era de comunicación a la que estamos sometidos es saber diferenciar, separar y colocar en el lugar que le pertoca a la información y al conocimiento o entendimiento. La cantidad de información que recibimos al día se puede calificar incluso de excesiva. Recibimos información en la calle, en casa, en internet -la invasión informativa de los medios, el poder de la publicidad-. Como todo la “sociedad de la información” ha sufrido su evolución y hoy viene encadenada -inevitablemente y comprensiblemente- a las nuevas tecnologías. Si valoramos el papel protagonista de las tecnologías en la vida humana, consideraremos que la información por medio de éstas condiciona nuestra visión y nuestra formas. Para comprender cabe remontar el tiempo, de tal forma nos aparecerá la sociedad industrial y su matrimonio con el capitalismo como una base perfecta para el campamento actual. La idea de esta nueva era como un rayo de luz fácil de apagar, la información y el conocimiento para todos. ¿Ampliar campos? ¿Reducir metes? Si con este proyecto lo sociedad se pone la máscara de la igualdad, debajo de ésta se esconde el control, las alta esferas de Occidente no dudarán en utilizar esta nueva era para globalizar el mundo. De este modo renovarse o modernizarse se equiparará a occidentalizarse.
El sistema económico-político-social se ha visto reforzado por los avances tecnológicos que tras haber conquistado el mundo de las armas, ahora han conquistado el mundo de la información -diferentes métodos, misma guerra-. Con lo cual volvemos a asistir a la marginación de la sociedad civil en detrimento de la sociedad “política”. El nuevo camino del mundo no es más que la respuesta a crisis profundas, ya sea del modelo de crecimiento económico, medio ambiental, político o de concepción geográfica -estado-nación-. Abocados sin freno a la internalización nacerán los movimientos anti-globalización. Pero si la nueva era de la información debía caminar hacia la igualdad, por qué olvidó en el camino el servicio público. El Estado ya había caído hace más de una década ante los mercados, y hoy ya ni siquiera considera la opción de luchar contra ellos. Por lo tanto las tecnologías digitales no marchan hacia la igualdad, pero ciertamente se pueden poner la máscara para carnaval. Finalmente las nuevas tecnologías acaban rendidas a los intereses comerciales. Tras los atentados del 11-S, las nuevas tecnologías se vuelcan al control de los ciudadanos y a la criminalización de la protesta, así como a la propaganda “política y de opinión pública” de los medios de comunicación.
En los últimos tiempos los movimientos sociales han cuestionado el rumbo ideológico de la “sociedad de la información” y las nuevas tecnologías. Con las protestas en contra de la guerra de Irak en 2003 y contra la manipulación informativa, parecía que los movimientos sociales iban ganando terreno y alzando la voz. Pero el Poder tiene los bomberos suficientes para apagar cualquier fuego y si para avanzar una casilla hay que retroceder tres es difícil avanzar. La globalización tiene todavía mucha más fuerza que la colonización para aniquilar una cultura. (Vamos camino de llevar todos el mismo peinado).
El rincón del hipertexto 
Estoy de acuerdo con tus palabras, Sergi, añadiria que la fuerza del lenguaje audiovisual es el que crea nuestras metàforas, nuestros símbolos, nuestros referentes, y de esta forma se crea nuestra «cultura y los valores con los que intentamos edificar nuestra convivència.
Segun Neill Postman, la televisión nos mata… de gusto, nos divierte hasta morir, nos entretiene hasta la inconsciència. Porque esta es su manera de dominarnos, a través de la seducción, que como no, es la manera más eficaz y placentera de dominio. En un mundo consumista que valora la satisfaciión immediata de las necesidades más básicas, la televisión es un bálsamo que cubre las aspiracions que ella misma ha creado, nos entretiene al mismo tiempo que nos satisfaci, y nos deja saciados de placer y vacíos de pensamiento.
Según el mismo autor, es la pérdida del pensamiento racional, de la capacidad crítica y del hábito de reflexionar, lo que nos convierte en seres manipulables peinados del mismo modo.
Montse Fadó
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También yo por mi parte estoy de acuerdo con tus afirmaciones. Vivimos en un mundo totalmente influenciable donde es fácil desde los medios controlar las ideologías de la ciudadanía. Para poder lograrlo han creado algo que nosotros como consumidores lo compramos, pues vemos en él un producto de entretenimiento, y diversión que permite «falsamente» alejarnos de las problemáticas sociales por un espacio de tiempo determinado. Hay quienes no se muestran interesados en que pensemos demasiado, saquemos nuestras propias conclusiones y actuemos al respecto y es que desde un prisma económico como político es mejor para poder ejercer poder tener un colectivos de mentes vacías que se relajen al unísono…..
Informar, instruir y entretener no debieran a la practica de ser sinónimos de manipulación…
Marian Cánoves
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